El concepto de economía rural se refiere a la rama de la economía que estudia las economías rurales. Este tipo de economías son las relacionadas a las de actividades agrícolas, al estudio de mecanismos de la empresa agrícola y a ayudar a definir el sector rural-agrícola en el contexto económico correspondiente.

Por ampliar más la información, las economías rurales incluyen industria agrícola y no agrícola; el estudio del crecimiento económico, el desarrollo y el cambio referentes a estas áreas; distribución espacial; el uso del suelo de vivienda y no vivienda según oferta-demanda; la migración de la población… Además, tiene en cuenta aspectos como las finanzas referentes al sector y las políticas gubernamentales que puedan afectar al desarrollo, regulación y transporte.

Cabe mencionar que el desarrollo rural ha propiciado que el concepto de economía rural se haya desarrollado con mayor frecuencia en los últimas décadas. La irrupción de la tecnología y de nuevas formas de cultivo, de movimiento o de sociedad han creado un nuevo sistema económico digno de ser estudiado.

No obstante, las economías rurales presenta un problema: dependen de la producción agrícola primaria, por lo que no entran en los planes de desarrollo de los países en desarrollo. Aquí entra en juego la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que indica que es necesario que se produzca una transformación en los sistemas de producción para hacerlos eficientes y generen empleos decentes en este aspecto.

Y, con empleos decentes, según la OIT, deben ser aquellos que atraigan personas para realizar actividades agrícolas o ganaderas, con rentabilidad en aumento, dinamismo emprendedor y se aprovechen las inversiones de los Estados en educación para recibir un retorno en desarrollo sostenible y en oportunidades económicas.