Cuando una empresa crece, necesita buscar más financiación y aumentar el capital. Esto requiere emitir nuevas acciones para que nuevos accionistas puedan comprarlas e invertir. También puede darse el caso de que los antiguos inversores que ya poseen las antiguas acciones compren una determinada cantidad de las acciones nuevas y no disminuya así el porcentaje de participación. No obstante, si los antiguos inversores no realiza esta acción y entran nuevos inversores, los primeros verán que el porcentaje de acciones disminuirá ya que existen más acciones disponibles que antes. A esta disminución de la propiedad de la acciones se le denomina “dilución”, ya que el valor se diluye, decrece.

¿Cuándo se produce una dilución de capital?

El aumento de números de acciones puede producirse con una oferta en el mercado primario, por los empleados que posean acciones o bien por una emisión o conversión de bonos y preferentes.

La dilución de capitales es una herramienta útil que se utiliza en situaciones de insolvencia de sociedades, si una refinanciación de deuda no ha producido el efecto deseado. Con esta herramienta, lo que se pretende es transformar parte de la deuda en acciones.

Efectos de la dilución de capital

El efecto dilutivo sobre las acciones puede producir un cambio en el porcentaje de participación, lo que conlleva a un cambio en el control de voto, las ganancias y el valor de esas acciones. Se podría decir que los nuevos accionistas van a aportar menos de lo que los antiguos accionistas tenían.

¿Cómo puede evitarse el efecto dilutivo en los antiguos accionistas?  El recurso más adecuado al que los antiguos accionistas pueden recurrir es el de derechos de suscripción, unos derechos que aumentan el valor de las acciones en caso de aumento de capital.