El concepto de Coste de Adquisición de Cliente (CAC) hace referencia a la inversión que ha hecho una determinada empresa para poder conseguir que un consumidor potencial pueda convertirse en una conversión final y pueda adquirir nuestro producto o servicio.

Es una métrica que podemos encontrar en múltiples departamentos de la empresa, aunque donde mayor importancia coge es en el área de marketing, sobre todo de marketing online (SEO, SEM, email marketing, etc).

El CAC es un coste unitario. Esto quiere decir que nos da la cantidad de lo que nos cuesta conseguir un cliente. Para ello, debemos calcular el CAC:

CAC = Nº gastado en conseguir clientes / Clientes conseguidos

Esto se traduce en que si un cliente hace una compra, el valor del cliente no es la compra que haya realizado, sino la compra menos lo que nos ha costado conseguir a este cliente. En el caso de que el cliente haga más compras, el valor real será igual al de la compra que haya realizado.

Por consiguiente, podemos indicar que el Coste de Adquisición de Cliente es una buena opción para poder calcular y valorar cuánto nos puede salir captar un nuevo cliente para nuestra empresa, es decir, para conseguir un cliente potencial.

Conocer este dato puede ser muy ventajoso por dos razones: por un lado, como hemos dicho, porque nos permite conocer cuánto nos gastaremos en captar un cliente; por otro, y el más importante, porque nos permitirá evaluar y decidir de qué formas intentaremos captar a nuestros clientes, conociendo lo que gastamos para cada acción.

Piénsalo, el coste de adquisición de cliente puede resultar realmente útil si lo utilizamos como una métrica que nos indica cuánto podemos gastarnos en captar un cliente. De este modo, prevemos y racionalizamos este gasto que tenemos previsto o lo redistribuimos según queramos ahora que tenemos constancia del mismo.