En el mundo de las finanzas, el corretaje es una especie de comisión o tarifa que un profesional de bolsa, denominado corredor, aplica a una empresa o a alguna persona interesada en la inversión para prestar un servicio. El corretaje se establece con un contrato especial denominado “contrato de corretaje”. Este contrato se celebra entre una persona profesional en finanzas e inversión y la persona interesada en acceder a un activo.

Concepto de corretaje

Es muy importante diferenciar el corretaje de una comisión, ya que un corredor puede no exigir el pago de esta tarifa, sino que simplemente cobrará a su cliente una comisión por el trabajo de operar con activos. De forma sencilla, el corretaje permite acceder al servicio de operaciones de activos y la comisión sirve para pagar los servicios que el corredor ejecuta en el mercado de valores.

El hecho de que un corredor pida o no un corretaje dependerá en parte del tipo de mercado al que se quiera acceder o el tipo de activos con el que se quiera operar, pues cada uno de ellos tendrá requisitos diferentes.

Diferencias entre el contrato de comisión y el contrato de corretaje

Existen diferencias entre los dos contratos que se firman con un especialista en bolsa que han de ser conocidas por el interesado:

  • Contrato de comisión: se actúa en nombre propio. El corredor operará según sus conocimientos especializados y realizando las actuaciones oportunas, siempre adaptándose a lo que el cliente desee.
  • Contrato de corretaje: el corredor ejecuta las acciones siempre siguiendo la voluntad del cliente. El corredor solo realizará actividades que faciliten el acceso a los mercados de valores y activos, pero no actuará en su propio nombre. Así, el corredor aconsejará en todo momento sobre las operaciones más beneficiosas que el cliente pueda obtener.