El coeficiente de variación en cuanto a términos de estadística se refiere, es una representación de cómo es la desviación típica que posee una muestra con respecto a su media. Este concepto de coeficiente de variación implica la variación que pueden presentar unos datos. Esto se conoce como la variabilidad que una variable puede llegar a presentar.

Cálculo del coeficiente de variación

Para calcular el coeficiente de variación, su fórmula implica la presencia de la desviación típica, cuyo resultado puede llegar a ser presentado en forma de porcentaje. Así, en la fórmula del coeficiente de variación también se tendrá en cuenta la media.

CV = σ/μ

Cuando el coeficiente de variación se desee expresar mediante un porcentaje entonces tendremos que hacer los siguiente, multiplicarlo por 100:

CV = σ/μ x 100

En ambas fórmulas CV es el resultado del coeficiente de variación, también conocido como dispersión relativa en este caso. La σ representa la desviación estándar y por último la μ es la media aritmética en cuestión. En este sentido, la mayor dispersión hará referencia a un coeficiente de variación mayor, es decir un porcentaje más elevado.

¿En qué casos es útil el coeficiente de variación?

Las aplicaciones del coeficiente de variación son útiles para todos aquellos casos en los que se desea comparar un conjunto de datos, cuya dimensión es diferente. Además, el coeficiente de variación es aplicable cuando las medias son elevadas, es decir a pesar de que el valor total pueda ser elevado, los datos no siempre tienen que ser dispersos entre sí.

También se debe tener en cuenta que un coeficiente de variación será menor a uno aunque la probabilidad puede variar. Es decir, ser mayor que uno. O por el contrario, ser menor que uno.

Este coeficiente permite calcular datos de la población y lo que hace es eliminar el número de dispersiones que puedan darse entre las medias de las poblaciones que acostumbran a compararse.