La burótica nace a raíz de los avances tecnológicos que se han sucedido en la sociedad en los últimos años. Es el fenómeno que engloba actividad transformada digitalmente en el ecosistema empresarial (sobre todo en espacios de oficina) con la ayuda, como hemos dicho, de los avances tecnológicos y automatizando los procesos necesarios para que ello sea posible.

Los medios tecnológicos y electrónicos han permitido que se mejoren y agilicen los procesos empresariales, siendo éstos procesos clave para el desarrollo de la burótica y el uso de la ofimática durante los últimos años.

Los cambios que han llevado a cabo las oficinas para automatizar estos procesos han sido gracias a incorporar en las oficinas una mayor cantidad de recursos y herramientas que puedan acelerar las tareas que antes de la automatización se venían haciendo. De este modo, se pretende conseguir un uso óptimo y eficaz de los mismos, persiguiendo y ganando la eficiencia empresarial.

Internet, por otro lado, ha permitido y aumentado los niveles de burótica en la empresa, sirviendo como un punto de inflexión en el que la empresa ha tenido que aprender a desarrollarse y adaptarse de la mejor manera posible. El flujo de información a través de esta herramienta ha sido, sin lugar a duda, un punto clave.

Además, como beneficio para las empresas, la burótica ha supuesto una reducción de costes y tiempos a las compañías que han ido incorporando en sus oficinas o puestos de trabajos dichas funcionalidades y tecnologías.

En cuanto a los principales procesos ofimáticos que soporta la burótica, destacamos:

  • La creación y desarrollo de informes y documentación necesaria
  • El almacenamiento y archivo de información, traspaso y transformación de forma ágil
  • Telecomunicaciones
  • Robótica y maquinaria más sofisticada y eficaz
  • Reducción de pérdida de información