El Brainwriting es una técnica muy parecida al Brainstorming, con la diferencia de que se realiza en papel. La idea es la misma que en esta técnica: se reúne a un grupo de personas en un espacio común en el que se propone un problema que los participantes deberán resolver entre todos.

Para poder resolver el problema, cada participante deberá dar su opinión a base de ideas que escribirá en pequeños papeles (o en uno solo, en una lista) de tal forma que solucionen el problema planteado. La técnica puede ser de utilidad si los miembros del grupo tienen dificultades para hablar en público.

Como hacer un Brainwritting

Para empezar, se le da un tiempo a los miembros del grupo para escribir en un papel en blanco todas las ideas que se les ocurran (no es necesario dejar mucho tiempo, ni tener que plantear muchas ideas al respecto). Cuando haya transcurrido el plazo dado y bajo indicación del mediador, los miembros del equipo se cambiarán los papeles con las ideas anotadas, bien mezclándolos, bien pasándoselos a sus compañeros de al lado.

Las ideas serán leídas por la persona a quien le toque en su correspondiente turno y se deberán escribir nuevas ideas que estén relacionadas o no con las que este participante tenía. Tras repetir el proceso unas cuantas veces, se leerán en voz alta todas las ideas que han ido surgiendo y el mediador destacará (subrayando, rodeando o anotando en una pizarra) aquellas que él y el grupo consideren más relevantes.

El mediador deberá ser una persona imparcial en cuanto al tema que se tratará, además de conocerlo muy bien. Deberá evitar conflictos y procurará resolver dudas entre los asistentes.

Por último, cabe destacar que esta técnica se puede hacer vía correo electrónico si es necesario -por ejemplo en las empresas– lo que facilita que la no asistencia del grupo a la sala por cualquier motivo no sea necesariamente un problema.