Depósitos estructurados

Los depósitos estructurados son un tipo de depósito bancario. Los depósitos bancarios son una forma de ahorro e inversión muy habitual en el sector de las finanzas. Normalmente cuando una persona realiza un depósito bancario ingresa una cantidad de dinero en una entidad financiera, durante un plazo de tiempo previamente pactado. Cuando finaliza el plazo de tiempo pactado, la entidad financiera reintegra el principal ingresado en el depósito. Más un interés remuneratorio.

Los depósitos estructurados tienen un funcionamiento similar al de otros tipos de depósitos bancarios, pero con algunas particularidades.

¿Cómo funciona los depósitos estructurados?

En los depósitos estructurados la rentabilidad del depósito viene determinada por la evolución de uno o varios activos subyacentes. Por lo que la obtención de rentabilidad no está asegurada, sino que dependerá de la situación de los activos subyacentes. Algo que no ocurre, por ejemplo, con los depósitos bancarios a plazo fijo, cuya rentabilidad se conoce de antemano.

Aunque la obtención de rentabilidad no está asegurada con este tipo de inversión en depósitos estructurados, sí que está garantizada la recuperación de la inversión inicial.

Tipos de depósitos estructurados

En el mercado financiero encontramos dos tipos de depósitos estructurados.

Depósito mixto

Este es el tipo de depósito estructurado más habitual en el sector financiero. Se suelen configurar de forma que la mitad del capital invertido se dedica al plazo fijo con un tipo de interés y un tiempo preestablecido. El 50% restante se invierte a interés variable, referenciado a la evolución de un índice bursátil o a un conjunto de acciones, en lo que se denomina activo subyacente.

Depósito 100% variable

En este tipo de depósito estructurado el importe total del capital se invierte con un interés variable. La rentabilidad de la inversión viene determinada por la evolución del índice bursátil o las acciones que sirvan como referencia para el depósito.

¿Son una buena opción los depósitos estructurados?

Los depósitos estructurados son un tipo de producto financiero de inversión muy utilizado para diversificar carteras de inversión. Al invertir en este tipo de depósitos conviene analizar sus características con detalle, prestando especial atención al tipo de activo subyacente al que estará vinculado.

En función del importe de la inversión, del plazo y del tipo de activo de subyacente, puede resultar una inversión muy recomendable. En cualquier caso, antes de realizar una inversión en un depósito estructurado conviene recordar algunas de sus características. Que lo harán más o menos interesante en función de cada inversor.

Características a tener en cuenta sobre los depósitos estructurados

Estos los rasgos fundamentales de los depósitos estructurados:

  • Inversión variable. No debemos olvidar que los activos subyacentes a los que se vincula el producto estructurado son de tipo variable. Esto confiere un mayor riesgo a este tipo de inversión.
  • Perdidas limitadas. Dado que los depósitos estructurados garantizan la devolución de la inversión inicial, las posibles pérdidas se reducen a la obtención de un beneficio.
  • Difícil recuperación. Los depósitos estructurados son muy difíciles de recuperar antes de su vencimiento. Por ello, no son recomendables si no se puede garantizar la inmovilización de los fondos depositados durante el tiempo estipulado en el depósito.
  • Medio o largo plazo. Los depósitos estructurados se formalizan habitualmente a medio y largo plazo. Se debe tener en cuenta que el dinero destinado al depósito permanecerá retenido durante largo tiempo.
  • Impuestos y tributos. Al igual que ocurre con otro tipo de depósitos e inversiones, los depósitos estructurados y los beneficios generados con ellos, no están exentos del pago de impuestos.
  • Activo subyacente independiente. Aunque la rentabilidad de los depósitos estructurados viene determinada por el estado o evolución de uno o varios activos subyacentes, estos son completamente independientes al depósito. Lo que quiere decir que el inversor no tiene ningún tipo de derecho, ni si quiera económico, sobre el activo subyacente.

Ahora que ya conoces cómo funcionan los depósitos estructurados, ya puedes plantearte la posibilidad de invertir tu dinero en ellos si lo crees conveniente y se adecua a tus necesidades.