Las mujeres en la economía

En la economía existen numerosas tendencias y actividades que se llevan a cabo por diferentes colectivos. Este es el caso de la economía social, que se lleva a cabo por el impulso social que ejerce sobre los valores que plantea. Las mujeres tienen un papel fundamental dentro de la economía social. ¿Quieres saber cuál y por qué es de vital importancia para el auge de una economía? Aquí te lo contamos.

¿Qué es la economía social?

Es importante que sepamos, primeramente, a qué nos referimos con el concepto de economía social.

La economía social (ESS), también llamada economía solidaria, se trata de una tendencia económica en la que existe una necesidad de gestionar y organizar los recursos de una economía según el interés social y tratando de ser lo más igualitario posible.

En este sentido, las actividades económicas que se realicen en el mercado se deben realizar con un modo cooperativo, y no siempre con el objetivo empresarial de maximizar el beneficio sino, en todo caso, maximizar el beneficio común de la sociedad en su conjunto.

Como podemos ver, se trata de una tendencia que beneficia a la sociedad y que para ello se sirven de instituciones o aspectos que favorecen que exista dicha economía social. Destacamos algunas de ellas:

  • Economía verde.
  • Los emprendimientos sociales.
  • Sociedades cooperativas.
  • Sociedades mutuales
  • Banca ética.
  • Desarrollo de mercados locales.
  • Beneficios salariales y laborales a las mujeres para que estén en igualdad.
  • Entre otros.

Las mujeres y las ESS

Las mujeres juegan un papel fundamental en las ESS. De hecho, sin ellas y las actividades que realizan no se puede llegar a la economía social que se desea en la sociedad. No obstante, no podemos decir que se esté cumpliendo todos los valores que las economías sociales plantean: existen muchas diferencias que alejan las mujeres de la sociedad y es el mismo mercado o economía quienes hacen que no funcionen de forma equitativa.

Es el caso del poco acceso que tienen a puestos de alta responsabilidad, las brechas salariales que hay entre diferentes puestos y la forma en la que se selecciona nuevos integrantes para una empresa. Estos actos hacen que una economía no sea ni sostenible ni justa y, por tanto, no pueda llevarse a cabo una economía social de una manera justa.

Por ello, las mujeres tienen un papel importante dentro de ellas: se necesitan cada vez más recursos y herramientas que permitan la formación y aprendizaje para ser más justos todos con todos. Hay que evitar que solo algunos sean los beneficiados en la sociedad y existan formas de buscar soluciones a los errores que nos encontramos. El empoderamiento de las mujeres ayudará a llevar a cabo políticas de economía solidaria más efectivas.

En resumidas cuentas, podemos destacar los aspectos a mejorar para que la mujer tenga igualdad de condiciones en una economía social en los siguientes puntos:

  • Crear oportunidades y espacios de reflexión, promoción y fortalecer el papel de la mujer en las ESS.
  • Empoderar el papel que desempeñan las mujeres con actividades, formación y otros mecanismos de visibilidad. No se trata de algo nuevo, sino de algo que luchamos codo con codo desde hace muchos años.
  • Accesibilidad al mundo laboral y a la sociedad de aquellas mujeres más discriminadas por su raza, país o zona en la que vive.
  • Acceso a la financiación por parte de estos grupos de mujeres en los que le es más difícil debido a su género, condiciones de trabajo o precariedad laboral, entre otros.
  • Impulsar el emprendimiento social y solidario con proyección de género, donde sean las mujeres las encargadas de ser las líderes de aquello en lo que emprendan.