La reciente crisis económica internacional ha generado una enorme desconfianza en las entidades financieras del país. Ante esta situación no han faltado aquellos que han cerrado sus cuentas en los bancos y han recurrido a guardar su dinero en los lugares más recónditos del hogar. Pero, ¿es realmente ésta una buena idea?
Todos aquellos que defienden esta postura, o que se ven tentados de seguirla, deberían tomar en cuenta dos factores importantes. El primero de ellos es el índice de robos a domicilio. Podemos tomar como ejemplo al año 2005, año previo a la crisis y muy positivo en lo económica. Durante el 2005 hubo más de 400 mil asaltos a hogares del país.
Otro factor que uno debe tomar en cuenta son los desastres naturales o accidentes. Nadie se encuentra libre de accidentes y, por más que uno cuente con un seguro de hogar, al guardar sus ahorros en casa estará exponiéndolos a riesgos muy altos.
Entonces, por más desconfianza que uno puede sentir hacia las entidades financieras, estas siempre brindan un grado de seguridad indispensable para cualquier ahorro.