Diferencia entre cuenta corriente y cuenta de ahorro

Tener demasiado dinero en efectivo puede ser complicado y arriesgado para un consumidor. El dinero en papel cada vez se está viendo menos entre los consumidores, siendo el uso de tarjetas de débido o crédito las asociadas a realizar operaciones.

Pero para que ello se pueda llevar a cabo, es necesario que estén asociadas a una cuenta, una cuenta que el propio consumidor haya creado en una entidad bancaria. Cuando decidimos crear una cuenta bancaria, tenemos dos opciones: crear una cuenta de ahorro o una cuenta corriente. No obstante, existen consumidores que no ven las diferencias entre ambas cuentas, pues presentan ser similares, aunque no lo son.

Vamos a comentar alguna de estas diferencias entre estos tipos de cuentas.

¿En qué consisten las cuentas de ahorro?

Las cuentas de ahorro son usadas para ingresar dinero procedente de los ahorros (valga la redundancia), salarios u otros ingresos que vayamos obteniendo. De esta forma, evitamos que tengamos en constante tiempo el dinero en mano, evitando que se extravíe.

Las cuentas de ahorro son muy comunes por los bancos, pues es el sistema más básico para asociarse a una tarjeta de crédito o débito y que el usuario pueda sacar el dinero del cajero cuando lo necesite.

También, las cuentas de ahorro pueden presentarse en diferentes modalidades. Podemos encontrar: cuentas infantiles, cuentas jóvenes, cuentas para adultos o para jubilados. Dependiendo de un banco u otro, habrá más o menos modalidades y con diferentes ventajas.

¿Qué son las cuentas corrientes?

La cuenta corriente es la sustituta a la cuenta de ahorro, de las que nos suelen ofrecer en los bancos. La cuenta corriente, a diferencia de las cuentas de ahorro, no generan beneficio por el dinero que tengamos en la cuenta.

Esto sucede porque en la cuenta corriente no existen intereses sobre el saldo que haya quedado en la cuenta o se quede ingresado, por lo que la rentabilidad aquí no existe.

Cuenta de ahorro vs Cuenta corriente

Para verlo mejor, vamos a detallar algunas diferencias para que quede más claro.

  1. Aunque suene muy tópico y poco estructurado, las cuentas de ahorro sirven para ahorrar dinero. El usuario que requiera de dinero deberá de sacarlo a través de cajeros o personándose en una sucursal. Por otro lado, las cuentas corrientes sirven para tener ingresos corrientes en ella, como pueden ser el salario de un usuario.
  2. Los tasa de interés es más alta en las cuentas de ahorro que en las cuentas corrientes.
  3. A la hora de hacer una transacción monetaria, es más rápida desde la cuenta corriente que en la de ahorros. Aunque esto dependerá de las condiciones del banco.
  4. Las tarjetas de débito comúnmente son las asociadas a las cuentas corrientes. Estas tarjetas han sustituido a los tradicionales cheques que, en su defecto, son ya menos comunes. Estas tarjetas se diferencian de las de crédito en que deben poseer un fondo en la cuenta corriente para poder pagar con ellas (mientras que las de crédito si se nos acaba el dinero en la cuenta, el banco nos presta).
  5. Normalmente se han asociado las cuentas corrientes a empresas o profesionales y las cuentas de ahorro a consumidores particulares. No obstante, un usuario puede abrir cualquiera de las dos cuentas, sin importar que sea una cosa u otra. Podremos elegir sin problemas, aunque deberemos asegurarnos de seguir sus exigencias.
  6. Las cuentas de ahorro permiten a los usuarios disponer del dinero siempre que lo necesite, sin tener por qué ser penalizado por quitar una cantidad. Obviamente, existen excepciones, y un banco puede cobrar por retirar cierta cantidad de dinero.
  7. Las cuentas corrientes suelen estar asociadas a más comisiones (sobre todo de mantenimiento) que las cuentas de ahorro.