Elegir cuenta bancaria

Elegir una cuenta bancaria es uno de las cosas en la vida que vamos a tener que hacer. Se trata de un proceso sencillo, ya que no tiene muchas complicaciones, aunque sí la elección de la cuenta que vayamos a abrir.

Se trata de una decisión bastante compleja, ya que según nuestras necesidades financieras nos decantaremos por un tipo de cuentas u otras, así como por diferentes entidades bancarias. En el post de hoy vamos a ver con detenimiento qué tipo de cuentas podremos encontrarnos y cuál será la que mejor se adapte a nuestras necesidades y a los requisitos que nos exigen.

¿Cómo escoger la mejor cuenta?

Para saber qué cuenta bancaria escoger, vamos a ver una serie de consejos que explicamos a continuación:

Establecer nuestras necesidades financieras

Lo primero de todo es que seamos conscientes de nuestras necesidades financieras y de la situación en la que nos encontramos. Tendremos que tener en cuenta y valorar el uso que le vamos a dar la cuenta, si será necesario incurrir en gastos de comisiones o por mover el capital.

También la situación laboral y personal de la persona tiene mucho que ver. Según el perfil que seamos nos ofrecerán un tipo de cuenta diferentes a otros, ateniéndose a nuestras necesidades (si queremos un rendimiento de ahorros, una cuenta para uso diario, etc…).

¿Qué tipo de cuenta necesitamos?

Pues como hemos dicho, dependiendo de nuestras necesidades y del uso que le vayamos a dar, nos podemos encontrar con un tipo de cuenta u otra. Principalmente distinguimos 3 tipos de cuenta:

  • Cuenta corriente: que es la habitual y la que nos sirve para operar día a día, recibir ingresos, domiciliar recibos o sacar dinero a través de ellas.
  • Cuenta de ahorro: lo que se busca a través de este tipo de cuentas es el ahorro de los particulares, así como el rendimiento (por tener el dinero depositado).
  • Cuenta nómina: se trata de una cuenta corriente que nos ofrece ventajas (descuentos o bajas comisiones, sobre todo) si domiciliamos la nómina o ciertos recibos.

Asumir las comisiones

Abrir una cuenta bancaria tiene sus consecuencias, y es el que se nos cobrarán comisiones por casi cualquier cosa. A la hora de valorar qué tipo de cuenta queremos abrir o en qué entidad hacerlo, tendremos que tener en cuenta las comisiones que asumiremos.

Las comisiones más habituales son las de mantenimiento de la cuenta (que se nos cobrará anualmente, por lo general), coste por sacar dinero en diferentes cajeros a los de la entidad, cargos por el pago de recibos, por transferencia, dejar la cuenta en descubierto, etc.

Sacar dinero del cajero

Puede ser una tontería, pero es conveniente que si vamos a abrirnos una cuenta en un banco concreto, que veamos si por la zona en la que vivimos o en la que haremos uso de nuestro dinero existen cajeros de dicha entidad. En caso negativo, tendremos que tener en cuenta que sacar dinero en un banco diferente al nuestro es posible que sea perjudicial, ya que se nos cobrarán comisiones (tal y como comentamos en el punto anterior).

¿Gestionar una o varias cuentas?

Será bueno tener dos cuentas si necesitamos, por un lado, depositar nuestros ahorros y obtener rentabilidad por ellos (cuenta de ahorro) y, por otro, usar una cuenta corriente para nuestras operaciones del día a día. Eso sí, debemos ser conscientes que esto será posible si consideramos los gastos que se originan de ambas cuentas y si podemos asumir con total normalidad ambos.

En caso negativo, lo ideal será que usemos exclusivamente una cuenta y nos apañemos con gestionar ambas operaciones desde una.