Ahorrar en casa

Las cosas empiezan a funcionar bien y decidís los dos iros a vivir juntos. Es vuestra primera vez ya que, por una razón u otra no lo habíais hecho en pareja y siempre habíais tenido vuestros ingresos y gastos personales, pero ahora lo compartís. ¿Cómo podemos ahorrar juntos viviendo en pareja? ¿Es esto posible? La respuesta es un rotundo sí, se puede ahorrar viviendo con tu pareja bajo el mismo techo. De hecho, te vamos a dar los mejores tips para que puedas hacerlo. ¡Anota, anota!

Consejos para ahorrar viviendo en pareja

Aunque algunos de los consejos pueden parecer obvios lo cierto es que muchas personas no reparan en ellos a la hora de comenzar a organizarse y ahorrar en pareja.

1. La comunicación es esencial

Antes de ponerte a hacer nada, tienes que tener en cuenta que la confianza que tengas con tu pareja y la comunicación son fundamentales. Y no, no lo decimos por cuánto os queréis, sino porque si no os ponéis de acuerdo en cómo invertir vuestro dinero, en ciertos métodos de ahorro o en pedir un préstamo quizá sea difícil que lleguéis a ahorrar.

Para solventar esto, tenéis que tener una comunicación fluida y respetando las opiniones de cada uno. Lo que le guste a una persona no tiene por qué gustarle a otra. Acláralo y llegad a un acuerdo en el que ambos estéis de acuerdo.

2. El estilo de vida y hábitos de consumo

Que ganéis más o menos ingresos determinará el estilo de vida que llevéis y los hábitos de consumo que tendréis. Un estilo de vida se define a los intereses y comportamientos de un usuario en una sociedad; mientras que el hábito de consumo es la forma, cantidad, tipología y frecuencia en la que un usuario hace su compra.

Si quieres ahorrar una cantidad específica de dinero, es posible que tengáis que adaptaros a un estilo de vida diferente o tener unos hábitos de consumo más moderados. Consumir menos marcas conocidas, comer fuera menos veces, etc.

3. Controlar el presupuesto

Hay que tener presente los ingresos de cada uno, así como los gastos que tenéis y que puedan surgir para tener una visión clara de lo que tenéis disponible. El ahorro que podáis llegar a alcanzar vendrá determinado por lo capaces que seréis de controlar vuestro presupuesto.

Por ello, es necesario que tengáis alguna formación mínima en finanzas o conocimientos básicos que manejaréis en el día a día. El presupuesto debería administrarse en una hoja de cálculo como lo sería Excel, aunque también lo puedes hacer a mano. Es más recomendable la primera opción, pues permite crear reglas de sumas, multiplicaciones y demás de forma automática.

4. Tener un fondo en común

Esto ya es decisión de cada pareja: ¿queréis aportar de forma regular ingresos a un fondo que tengáis en común? O, por el contrario, ¿todos vuestros ingresos irán destinados a un único fondo?

Como indicamos anteriormente, habladlo y comunicaros para saber cuál es la opinión de cada cual.

5. Establecer un plan de ahorro

Esto sí o sí tenéis que hacerlo. Una vez sepáis cómo vais a administraros es imprescindible que establezcáis un plan de ahorro: la manera en la que vais a ahorrar, cómo lo haréis y diferentes aspectos relacionados.

Marcarse objetivos o metas que cumplir es una buena opción para esforzarse por cumplir las cosas. ¿Qué queréis conseguir ahorrando? ¿Cuándo lo queréis conseguir? ¿De qué modo lo haréis? ¡Anotadlo!

6. Asignar roles a las tareas

¿Quién se va a dedicar a qué? Es decir, quién va a hacer un control semanal (o si lo haréis conjuntamente), quién va a hacer la compra, quién se va a encargar de que el pago de facturas sea correcto, quien va a contactar con bancos en caso necesario, etc.

Repartirse las tareas es fundamental para que los dos estéis implicados en el proceso.

7. Controlar gastos innecesarios

Los gastos hormiga son aquellos gastos tan ínfimos que no nos damos cuenta. Un simple café en la cafetería de al lado de casa cada mañana o comprar una chuchería puede ser un gasto que nos podemos ahorrar y que debemos de evitar.

Comentar y enumerar estos gastos y, en la medida de lo posible, evitadlos.

8. Saber afrontar los momentos difíciles

Como pareja que sois, cuando suceden momentos económicos difíciles tenéis que apoyaros el uno al otro.

Tener una mala racha económica es lo habitual; tendréis que sacrificar ciertos gastos para poder subsistir en vuestra microeconomía. Piensa en esos gastos y anótalos en tu plan de ahorro por si en un futuro pudiese suceder algo.

9. Hacer una rutina financiera

Sentarse semanalmente o mensualmente para ver cómo van nuestros ahorros debe convertirse en una tarea rutinaria. Si no lo hacemos, posiblemente tengamos problemas si las cosas se ponen fea o si no logramos conseguir los objetivos planteados.

10. Construir un proyecto de vida

Por último, no olvides la construcción de vuestro proyecto de vida en vuestro plan de ahorro. Sois una pareja, tenéis un motivo para estar juntos y seguro que tenéis muchos planes en mente. No olvidéis qué es lo que os motiva seguir juntos y por qué lo hacéis: el proyecto de vida que tenéis en común es vuestro carburante.