Son muchos los que cuestionan el abuso de las entidades bancarias con relación a los créditos que una persona pueda solicitar. Los bancos no tienen mayores reparos en quitarles sus casas o embargarles sus propiedades a todos aquellos que no puedan pagar. Sin embargo, también es importante detenerse a ver el otro lado de la situación, aquellas personas que se vuelven adictas a los créditos.
La crisis económica ha puesto en evidencia los errores y desaciertos de una cultura de crédito. Pero no toda la culpa debe recaer en las instituciones bancarias, sino también en algunas personas que abusan del crédito, hasta el punto de volverse adictos a ello.
Muchos se dan cuenta de este problema recién cuando les deniegan un crédito. En ese momento, estas personas recién toman conciencia de que poseen hasta 6 o 7 tarjetas de crédito, miles de euros en préstamos personales, la vivienda hipotecada, etc.
Muchas de estas personas caen en este estado sin tener plena consciencia de lo que ello significa. Para pagar un crédito se solicita otro y así se cae en una cadena que continúa y continúa. Además, muchos de ellos no cuentan con los conocimientos financieros necesarios para dominar una situación así.
Por todo ello, es importante ser un poco más cuidadosos y antes de echarle la totalidad de la culpa a los bancos, pensar un poco más en nuestros errores.