Producto Interior Bruto

La primera de las variables macroeconómicas a considerar para analizar una economía es el PIB. El Producto Interior Bruto es el valor de todos los servicios y todas las mercancías finales producidas por las empresas y las personas que han trabajado dentro del territorio de esa economía durante un periodo de tiempo determinado. El PIB tiene en cuenta todos los sectores de la economía, tanto el sector primario, como el secundario y el terciario.

Se tienen en cuenta todas las mercancías producidas en ese periodo de tiempo, independientemente de que se vendan o no. Es interior porque se contabiliza todo lo que se produce en el interior de un país, con independencia de la persona o empresa que lo produzca. Por ejemplo, una empresa italiana que produzca coches en España se contabilizaría en el PIB español.

¿En qué consiste el PIB?

El PIB es el valor de las mercancías finales, el resultado de multiplicar la cantidad producida por su precio. Nos encontramos con un problema, los precios varían año tras año, para solucionarlo se determina un año como año base y se calcula el valor de la producción agregada utilizando los precios del año base.

Podemos diferenciar dos tipos de PIB:

  • PIB nominal: hace referencia a todos los productos y servicios producidos por un país durante un periodo de tiempo a precios constantes, es decir, sin tener en cuenta la inflación o deflación que se haya producido durante ese periodo.
  • PIB real: se refiere a al conjunto de productos y servicios producidos por un país, pero teniendo en cuenta la diferencia de precios existente entre los diferentes periodos que se comparan.

¿Por qué es importante el PIB?

El PIB es uno de los indicadores más utilizados para determinar la situación de un país. Por ello, el crecimiento del PIB suele estar identificado con la mejora económica de un territorio. Cuando comparamos el PIB de un país durante un trimestre, o un año, y lo comparamos con el anterior, obtenemos la tasa de variación intertrimestral o interanual. Estas tasas arrojan información sobre el crecimiento o decrecimiento de una nación, ya que muestra cómo aumenta o cómo disminuye el valor de toda su producción.

Sin embargo, muchas personas critican la utilización del PIB para valorar económicamente la situación de un territorio, ya que no tiene en cuenta algunas de los factores más importantes que influyen en la economía real de un país. Por ejemplo, no tiene en cuenta, la renta per cápita, el desarrollo educativo y social o las desigualdades económicas que existen entre las diferentes clases de un país. Es por esto que puede aumentar el PIB de forma considerable, pero no significa que la población pueda disfrutar de estas mejora.

 

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