gasto

Gastar e invertir son palabras que tienen muchos significados y que incluso podrían entenderse como sinónimos. Sin embargo, es importante reconocer la diferencia que existe entre ambos conceptos, ya que ello puede suponer muchos beneficios para la economía doméstica.

Gastar puede entenderse simplemente como comprar un bien. Si compramos un par de zapatos o una camisa nueva estaremos simplemente gastando nuestro dinero. Este gasto generalmente responde a una necesidad o a la satisfacción de un deseo.

Por otro lado, invertir supone la compra de un activo con la intención de que este nos proporcione algún beneficio en el futuro. Por ejemplo, si compramos bombillas de bajo consumo para el hogar, estaremos reduciendo los gastos, lo que supone una inversión.

Invertir es una buena decisión, gastar tampoco es algo malo. Gastar resulta necesario sobre todo para satisfacer las necesidades básicas de cada uno. Sin embargo, siempre hay que tener en mente que no todo gasto es una inversión. Aprender a reconocer qué es una inversión puede ser útil para prevenir futuras crisis económicas.