Las prácticas en empresa suponen, para muchos graduados y titulados universitarios, la primera oportunidad de acceso al mundo laboral. El primer paso para conseguir este objetivo es la firma del contrato en prácticas, un tipo de relación contractual entre trabajador y empresario que garantiza una práctica profesional adecuada al nivel de estudios del primero.

Es importante no confundir el contrato de prácticas -cuyos trabajadores han finalizado sus estudios superiores- con el convenio o beca de prácticas -cuyos becarios son estudiantes universitarios o de grado superior que han superado el 50% de los créditos de su titulación-.

Requisitos del contrato en prácticas

Ahora que sabemos qué es el contrato en prácticas y en qué se diferencia del convenio universitario, vamos a analizar las condiciones del contrato en prácticas más habituales:

  • Los trabajadores que firmen un contrato de prácticas no laborales deben estar en posesión de un título universitario o de formación profesional, tanto de grado medio como superior.
  • No pueden haber pasado más de cuatro años desde la finalización de los estudios del trabajador.
  • La jornada reflejada en el contrato de trabajo en prácticas puede ser a tiempo completo o parcial.
  • La duración del contrato laboral en prácticas no puede ser inferior de seis meses ni superior a dos años.
  • Cuando el contrato de prácticas llegue a su fin, el responsable de la empresa debe redactar un certificado en el que plasme la duración de las prácticas y las principales funciones que el trabajador ha desempeñado.