El capital suscrito es el conjunto de acciones que han sido adquiridas por los anteriores accionistas o por cualquier persona que haya acudido a la emisión de acciones. El concepto de capital suscrito hace referencia al valor de todas acciones adquiridas, con independencia de que hayan sido pagadas o no, pero que poseen el compromiso del accionista.

Este capital suscrito es el que se invierte cuando se constituye una sociedad o se realiza una ampliación de capital en la que se aumenta el capital social de la empresa. Sin embargo, no tiene por qué convertirse en capital suscrito todo el capital emitido, ya que puede que parte de las acciones emitidas no lleguen a ser vendidas.

La parte del capital suscrito que ya ha sido pagada por los accionistas que han adquirido las nuevas acciones se conoce como capital desembolsado. Podemos decir que el capital desembolsado el porcentaje de capital suscrito que ya ha sido pagado. El resto se denominada capital suscrito no pagado o no desembolsado. En España la cantidad mínima de capital desembolsado debe ser del 25%.